segunda-feira, maio 03, 2004

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"Fue en 1958, en Italia. La selección de Brasil jugaba contra el club Fiorentina, camino del Mundial de Suecia.
Garrincha invadió el área, dejó sentado a un defensa y se sacó de encima a otro, y a otro. Cuando había iludido también al arquero, descubrió que había un jugador en la línea del gol: Garrincha hizo como que sí, hizo como que no, mintió que pateaba al ángulo y el pobrecito se estrelló de narices contra el palo. Entonces el guardameta volvió a molestar. Garrincha le pasó la pelota entre las piernas y se metió en el arco.
Después, con la pelota bajo el brazo, regressó lentamente a la cancha. Caminaba mirando al suelo, Chaplin en cámara lenta, como pidiendo disculpas por ese gol que puso de pie a toda la ciudad de Florencia."
EDUARDO GALEANO, El Fútbol a Sol y Sombra.